Abarka

La lamiña en parto

Una lamiñaUna noche de san Juan, una bonita muchacha llegó en la maestra de la casa Gorritepe en el momento en que el sol iba a levantarse:
- " Buenos días, Margarita, deben venirse bajo el bosque; hay alla una mujer en mal de niño, y debe asistirlo".
¿- " Y quien es? No le conozco".
- " Sabrá quien soy; pero, de gracia, venga inmediatamente".
- "No puedo salir ahora de la casa; es necesario que preparo el almuerzo de los segadores".
- "Sigue-me, de gracias; estará seguramente muy contentos; tendrá su fortuna hecha si nos ayuda a poner al mundo a este niño."
Hay, y todos los dos llegan bajo el bosque. La muchacha da a Margarita una barra y le dice:
- "Afecte la tierra!" Lo hizo de confianza, y al mismo tiempo un bonito pórtico se abrió ante ella. Después haber habido, se encontró en un bonito castillo cuyo interior y exterior brillaban como el sol:
- "No tienen miedo, Margarita; hay."

Entran en una gran habitación que era la más bonita de todas. Alla, había una lamiña en mal de niño y a punto de parir; se surtía toda la vuelta de la habitación de pequeños seres, muy sentada y ningunos de los cuales se movían nunca. Margarita hizo su oficina y se acarició a continuación en la medida de lo posible. Se le dio, en particular, de un determinado pan que era blanco como la nieve. Como comenzaba a hacer tarde, Margarita quiso retirarse a la casa. La misma joven muchacha lo acompañó hasta el pórtico; pero no pudieron nunca abrir la puerta:
- "Usted, habrá tomado algo aquí!" le dice su compañera.
¡- "Yo! nada, si no este pequeño pedazo de pan, para mostrar a los de la casa como es bonito!"
- "Pero debe dejarlo aquí."
Lo deja, y al momento la puerta se abre.
- "Ahí tienes su pago, Margarita; ahí tienes una pera de oro. No lo digua nunca a nadie, y ocultan la bien en su armario. Todas las mañanas, encontrará una pila de oro junto ella."

Hizo así, y el día siguiente por la mañana fue a ver y encontró la pila de oro, y también los días siguientes, durante mucho tiempo, aunque esta casa se encargó de deudas, ellos pagaron todo y compraron grandes bienes. El marido se convirtió en celoso, y, Margarita, por amor para la paz de su hogar, le dice su secreto. Durante la noche siguiente, la pera desapareció, y no se encontró ya rastro. Hay hoy aún en este lugar algunos agujeros que se llaman los agujeros de los lamiñak.

Fuentes :
Bibliografia : Légendes et Récits populaires du Pays Basque - Jean-François CERQUAND - Editions Aubéron
"légendes basques" de Jean Barbier Editions Elkar 1982
Dictionnaire Illustré de la Mythologie Basque - José Miguel de BARANDIARAN, traducido y anotado por Michel Duvert - Editions ELKAR
Extractos resultantes de un labor de investigación de la asociación LAUBURRU. Michel DUVERT - Claude LABAT - LAUBURU BP 314 64103 BAYONNE cédex
Contes populaires et légendes du Pays Basque" les presses de la renaissance PARIS.

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