Abarka

Colada nocturna

Las lavanderasIba una noche, un boyero de Bedaio del nombre de Maurizio, con su yunta de bueyes a Ugarte cuando, al cruzar el río cerca de la fuente Edar Iturri, escuchó un ruido semejante al de la ropa al ser lavada. Como, a pesar de la oscuridad de la noche, tambien distinguió a algunas lavanderas con gran extrañeza, les preguntó a gritos :
¿ Son horas éstas de hacer la colada ?
Una de las lavanderas que estaban mas cerca del hombre, incorporandose y acercandose a él, le respondió:
- Sí, Maurizio, y, teniendole un bulto, añadió: Anda, agarra esta ropa y ayudame a retorcerla.
   Como al hombre le pareciera que la lavandera iba muy descamisada, descotada y con faldas exageradamente arremangadas, boquiabierto y dominando por una curiosidad morbosa, nada dijo. Mas aun, alelado como un automata, cogió el bulto que te tendia la mujer sin pensarlo en absoluto.
   La de gritos que soltó Maurizio ! Las de risas femininas que escuchó a su alrededor ! El dolor que sintió en sus manos el boyero ! Y es que lo que habia tendido la lavandera no era ropa, sino un manojo de argona lleno de afiladisimas espinas.
   Total, que el pobre Maurizio, humillado por la burla, con las manos arrañadas y chorreando sangre y no poco temor, siguió su camino arreando energicamente a sus bueyes para quitarse prontamente de en medio, comprendiendo que aquellas lavanderas no eran tales, sino brujas.

Fuente : Sorgiñas, leyendas vascas de brujas ISBN: 84-95846-46-2 © de la Edición "Los libros del cuentamiedos".

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