Un pastor de Salinillas de Buradón poseía a una gran manada de ovejas. Un día una vieja mendicante le pidió la limosna. El pastor no le dio nada que se limita a lanzar un ritual:
¡- Dios te protege!
La vieja lo amenazó irascible:
¡- Vas a acordarse mi!
Y por supuesto el pastor se acordó del mendicante. Este mismo día, todas sus ovejas comenzaron por caer enfermas y se murieron, sucesivamente, hasta la última.
Fuente : Sorgiñas, leyendas vascas de brujas ISBN: 84-95846-46-2 © de la Edición "Los libros del cuentamiedos".
Anteriora |