Abarka

La lamiña raptor

(version d'Aussurucq)

Pueblo de Camou-CihigueMargarita Berterreix, de Cihigue (Zuberoa), guardaba a sus ovejas sobre la montaña cuando una Lamiña pareció, lo lanzó a su espalda y triunfó en la gruta Lamiñategia, sin tener cuidado con la su resistencia, ni a sus rezos, ni a sus gritos desesperados.
Venida la noche, sus padres se preocuparon de no verla volver a entrar. A partir de la mañana siguiente, se reflejaron a su investigación con sus vecinos, pensando que había caído en algún precipicio. Pero su investigación era inútil, volvían a entrar en la casa, cansados, cuando un mendigo que venía de Aussurucq se les enteró de que, la víspera por la noche, había visto entrar en la gruta Lamiñategia una Lamiña referente a su espalda una muchacha que lanzaba grandes gritos. Esta noticia aumentó la pena de los padres, porque al pretender penetrar en la gruta, sabían que se exponían a la muerte. Ahora bien, en este tiempo-alla, había en el país hombres salvajes, nombrados Maidak, bonitos, grandes y ricos que Roldan expulsó más tarde; y todas las semanas, sobre la landa de Mendi, Mairiak y Lamiñak se reunían para asistir a algún espectáculo.

Margarita Berterreix estaba desde hace cuatro años en la gruta, alimentada por las Lamiñak, entre otras buenas cosas, de un pan blanco como nieve. Tenía un hijo de tres años.
Un día que las Lamiñak se divertían al espectáculo con los Mairiak, dice a su hijo:
"- Permanezco un momento sin hacer ruido, volveré de nuevo a veces."
y salió de la gruta, luego, a todas las piernas, corrió a la casa.
Sus padres tuvieron dolor que reconocerlo, pero a continuación lo abarcaron bien y pensaron a celebrar su vuelta. La sola madre se entristecía:
"- Las Lamiñak, decía, no tardarían a venir para buscar a Margarita, y era urgente esconderla."

Inmediatamente se fue a cavar en el establo un gran hoyo cuya tierra se lanzó afuera. Se puso Margarita; se cubrió el hoyo con tableros, proporcionando bajo la guardería una apertura para dejar pasar el aire; se ocultó todo ello bajo la litera, y se vincularon a las vacas a su lugar habitual.
Se terminaba el trabajo apenas cuando las Lamiñak llegaron, reclamando Margarita. Los padres afirmaron que no la habían visto y les invitaron a visitar la casa. Lo hicieron y no descubrieron nada.
Margarita permaneció tres días y tres noches escondida en su agujero: pero sus padres, temiendo el resentimiento de las Lamiñak, tomaron el partido de enviarlo en París. No había sucedido más allá de Tarbes que las Lamiñak estaban en la casa de Berterreix, reiniciándose sus investigaciones inútiles.

Fuentes :
Bibliografia : Légendes et Récits populaires du Pays Basque - Jean-François CERQUAND - Editions Aubéron
"légendes basques" de Jean Barbier Editions Elkar 1982
Dictionnaire Illustré de la Mythologie Basque - José Miguel de BARANDIARAN, traducido y anotado por Michel Duvert - Editions ELKAR
Extractos resultantes de un labor de investigación de la asociación LAUBURRU. Michel DUVERT - Claude LABAT - LAUBURU BP 314 64103 BAYONNE cédex
Contes populaires et légendes du Pays Basque" les presses de la renaissance PARIS.

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