La mitología vasca se dinstingue de las mitologías indoeuropeas en el sentido que sólo creen lo que ven y en absoluto en seres “sobrenaturales” que vivirían en los cielos, como dioses clásicos. Para ellos, la tierra es la diosa madre (Amalur) que tiene dos muchachas: la luna y el sol. Mari vive bajo tierra y es la diosa de todos los vascos. Cuando se acopla con Sugaar (conocido también bajo el nombre de Sugoi, por ejemplo, causa terremotos. Los vascos piensan que tuvo un orgasmo un poco violento y que es eso que causa estas tormentas, terremotos etc no es sobre todo un castigo de unos o más dioses cualesquiera como se se lo explica en otras creencias. Existen enormemente genios, cada uno especializadas en una acción, buena o mala. He aquí algunos abajo.
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Idilarru (piel de buey), contracción de Idi (buey) y Larru (piel).
En las leyendas se dice que es un bolso hecho de piel de buey sirve de medida para las monedas, el oro y los cereales. Es sin embargo frecuente proponerse decir que hay pieles de buey llenos de oro enterradas en lugares dados, generalmente de los lugares despoblados, inhabitados y las cavernas o grutas. Se dice así como en la montaña llamada Ereñusarre, en la región de Gernika, allí donde se encuentran las ermitas de San Miguel y Santimamiñe así como las celebras grutas epónimo, lugares impregnados de una atmósfera de leyendas, él del idinarru allí lleno de oro.
Es una piel de cabra llena de oro que está al monte Goikogane (Arrankudiaga).
Una campana en oro se encuentra en Igozmendi (Aulestia).
Un maletero lleno de oro en Aritz (Leitza).
Una devanadera en oro en la Sierra de Aralar que pertenece a Mari .
Un gran tesoro en Maruelexa de Nabarniz (allí donde hay un castillo).
Una caja llena de oro en Udalax.
En las montañas comprendidas entre Elgoibar y las alturas de Irukutzeta se ven varios dólmenes en los cuales, dicho, hay tantas cajas llenas de oro. En este mismo macizo montañoso se indica también una campana de oro que al último siglo distintas personas intentaron desterrar, en vano.
Se sabe que quien en la casa Oregi (Osintxu) se encuentra un canal de albañil y una palanca en oro. Por fin para terminar, en Urepel (Baja Navarra) se dice que en una caverna de la montaña Auza hay oro guardado por un uno serpiente y un chivo. De allí el proverbio:
"Auza, han baduk gauza, baina neok ezin har".
“Auza, tienes allí cosas, pero nadie puede tomarlas”.
"Auza, tu as là des choses, mais personne ne peut les prendre".
Idittu, Iditxu, Ieltxu, Irel, Irel-suzko, Ireltsu, Iratxo (genio nocturno).
Se le conoce en la mayor parte de Vizcaya. En algunos casos aparece bajo forma humana pero se lo conoce también bajo otros aspectos: asno y oveja negra, el lo más frecuentemente posible en forma de cerdo, a menudo en forma de pájaro lanzando fuego por su pico. Una llama extrema en la noche indeterminada, aquí lo que lo indica en general. Mostrándose de improvisto, aterroriza. No es maléfico sino el que, movido por la curiosidad, se pone a seguirlo, él se agrada a conducirlo a través barrancos, precipicios y otros lugares de riesgos. Zanjas y cavernas son la residencia habitual de este genio.
Igitai (hoz).
Instrumento de trabajo polivalente, una de su función consiste en proteger la casa contra el rayo, los relámpagos. Es para eso cuando se pone a ella en la cumbre de un almiar o delante de la entrada de la casa al cabo de una estaca establecida por tierra. Además su aspecto es el de Sugaar cuando cruza el firmamento extendiendo las llamas. Es también el arma ofensiva con las cuales el personaje principal del relato Sorgin lapur (bruja ladrona), corta la mano y la lengua de la bruja.
Ihizi (animal salvaje).
Hay genios que revisten una forma de animal salvaje, en particular en las grutas donde viven. Por ejemplo, aparecen en forma de un toro rojo (Zezengorri) en las cavernas de Camou en Zuberoa (Xiberoa en soletino) entre otros lugares. En otros, toma la forma de un toro de fuego como en las cavernas de Austokieta y Ubedi. En forma de vaca en Leize (Sare) en Labourd/Lapurdi. En caballo blanco en las grutas de Lexarrigibel (Altsai) en Zuberoa. En yegua negra en la gruta de Obanzun (Berastegi) en forma de chivo en las grutas de Akelarre a Zugarramurdi (Navarra). Se lo ve también en forma de cabra blanca en una gruta de Villafranca o bajo el aspecto de una oveja en las cavernas de Okina y Aketegi o aún bajo el aspecto de un cerdo rojo a Marizulo de Amezketa.
Ilazki, Ilargi (luna).
Esta palabra para designar la luna forma parte de una consecuencia de nombre otorgado a este astro por los Vascos como Ilargi (la más corriente y que significa luz de los muertos), Idargi, Irargi, Iretargi, Iguetargi, Iratargi, Argizagi, Argizari, Argizi y Goikua (literalmente: “el de arriba”).
Se piensa que la luna y el sol son de sexo femenino. En las fórmulas y rezos se lo llama Ilargi amandre (luna-dama madre). Cuando sube al este, se le dice:
"Ilargi amandrea, zeruan ze berri ?"
“Luna abuela, quien de nuevo en el cielo?”
"Lune grand-mère, quoi de neuf dans le ciel ?"
La tierra es la madre de la luna. En algunos lugares se entera a los niños de que la luna es la cara de Dios. En otros, se reza una Salva cuando se la ve parecer.
En Zerain se saluda la luna diciéndole:
"Ilargi amandre santue, Jainko ok bedeinkautzala; nere begi ederrak gaitzik ez deiola; ikusten duen guziik ala esan deiola".
“Luna Santa abuela, quien Dios lo bendiga, que la intensidad de mi mirada no le haga ningún mal; siempre mi mirada va dirigida ella de la misma forma”.
"Lune Sainte grand-mère, que Dieu la bénisse, que l'intensité de mon regard ne lui fasse aucun mal; chaque fois mon regard s'adresse à elle de la même façon".
Uno del símbolo de la luna es Marigorri (Mari la roja), la mariquita (coccinella septem punctata), se dirige ella por fórmulas en las cuales se la califica de abuela luna. Se le dedica o se consagra un día de la semana, el viernes. Su nombre es Ostiral. Posee un elemento común con Irargi (luna), y forma un par con el jueves Ostegun (día del cielo).
Según una creencia que está siempre en vigor, el nombre Ilargi significa luz de los muertos. Esta creencia se inscribe bien en esta otra, según las cuales Ilazki enciende los almas de los difuntos. Así mismo se cree que la cera, uno de cuyos nombres es argizagi se confunde con uno de estos nombres otorgados a la luna, cuando se enciende sobre la tumba, enciende a los antepasados cuya sepultura alberga los cuerpos.
si se muere a la luna ascendente, es de buen augurio para la vida futura del alma.
Se cree que las personas y los animales concebidas en la luna ascendente son de sexo masculino; los concebidos a la luna descendente son de sexo femenino.
Ilbide (camino des muertos, de il (muerto) y bide (camino).
Se lo llama también hilbide, erribide (camino del país), korputzbide (camino de los cadáveres), gorputzbide (literalmente: camino de los cuerpos), kurutzebide (camino de la cruz), kurtzeko bide, andabide (camino de los ataúdes), elizbide (camino de la iglesia), zurrunbide (camino de los cadáveres (Zuberoa) etc es el camino que conduce de la casa a la iglesia.
Si se pasa por otro lugar, a partir de este momento el camino utilizado se declarará camino público.
Ilbide es una carretera hasta cierto punto consagrada ya que es guión establecido entre la casa y su sepultura, es el camino por dónde pasa la cruz, los difuntos y la comitiva fúnebre, allí se quema la cama del difunto y que se ruega para él el día del entierro.
Illargi belar (hierba lunar).
Es el Carlina acaulis, la flor del cardo silvestre. Se lo cuelga al dintel de la puerta principal o a la entrada de la casa para que no esté afectada por el rayo. En otros lugares del país esta flor, que puede llamarse a Eguzkilore (flor del sol), se considera como un símbolo solar protegiendo la casa de las tormentas y espíritus astutos.
Illarri (piedra de los muertos, stèle funerario, sepultura).
En la región de Sare (Labourd/Lapurdi) se lo llama también illargi. Se trata generalmente de una larga piedra insertada a la cabeza de una sepultura. Existe con forma de cruz para los más recientes, y los más antropomórficos con la parte superior discoïdale. Estos últimos se llamaron en algunos lugares, gizonak (los hombres) o harri gizonak (hombres de piedra).
El stèle discoïdale es un monumento integrado en un sistema de creencias, mitos y hábitos que nosotros vienen del tiempo antiguo.
Es un monumento que tiene una larga historia en el País Vasco. Entre cuáles el de Harpeko Saindu de Bidarrai (Baja Navarra). Véase Harpeko Saindua
Illerri, ilarrieta, hilerri, zimitorio, kanpusantu, ortusantu (cementerio).
Para los actos rituales las tumbas fueron sustituidas en las iglesias, por pequeños sitios asignados a cada casa, los cuales siguieron llamándose sepulturas en algunos lugares mientras que a otra parte se lo llama Jarleku (sedes).
El hecho de que los cementerios estén situados aún en torno a la iglesia, como es el caso todavía en las provincias del Labourd, Baja Navarra y en Zuberoa es muy antiguo. Es solamente en los pueblos donde el cementerio rodea la iglesia que se ve frecuentemente de las personas que vienen a rogar sobre las tumbas de sus casas.
En algunas esquinas se practica aún el siguiente hábito:
los jóvenes esposos, después de la misa de matrimonio, van sobre las sepulturas de sus casas o sobre las del cónyuge del pueblo. Allí, ruegan para sus antepasados en compañía de todo el cortejo nupcial.
En muchos cementerios las sepulturas se orientan de tal manera que la cabeza esté ante el Oeste y los pies al este. Para el pueblo hay una mística en torno a los cementerios, es para eso que no se debe los profanar. Así pues, por ejemplo, no es necesario hacer tres veces la vuelta.
Inguma (genio maléfico).
Aparece de noche en las casas, cuando se duerme a la gente. Aprieta la garganta de algunos entrados ellos, haciéndoles la respiración difícil, causando así una inefable angustia.
Inko (Dios).
Se lo encuentra en el lenguaje popular de la región de Ainhoa (Labourd). ¡Se lo utiliza sobre todo en las fórmulas para jurar, así como su alternativa (A la Jinkoa! , A la Inka!). Se dijo que era un derivado de la forma de Jinko que se emplea en Baztan, Baja Navarra y Zuberoa.
Intxitxu (divinidad que vive en lugares abandonados o grutas).
En la región de Ataun se dice que se trata de un brujo. En Oiartzun (Gipuzkoa) este nombre sirve para designar algunos seres legendarios que vivieron en las grutas de Arditurri y que, según la creencia popular, se enterraron en los cromlechs de las montañas de este pueblo.
Hay que tener en cuenta que en algunos lugares, se llaman los cromlechs a Mairubaratzak (los jardines del Mairu). Véase Mairu .
Iratxo (duende).
Son nombre se asocia directamente a helecho (irá siendo el diminutivo). Tanto del lado español como francés del País Vasco.
De nuestro día se utiliza, como en mucho otros casos, a manera de nombre masculino aunque no sea muy extendido. Parece que se lo confunda con la versión femenina, Iratxe, aunque éthymologicamente no tenga que ver.
Fuente: José Miguel Barandiarán, Dictionnaire Illustré de Mythologie Basque
traducido y anotado por Michel Duvert, Donostia, éditions Elkar, 1994. ISBN: 2-913156-36-3
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